La inteligencia emocional , el mindfulness, la educación en valores y cualquier otra corriente que se separa del currículo oficial, se debe desarrollar bien en el currículo de las propias áreas o en el tiempo de tutoría que la normativa de algunas Comunidades Autónomas permite.
Pretender que todo un centro gire en torno a las emociones y que las mismas sean la guía del currículo lleva a desviaciones muy peligrosas en algunos casos.
El Inspector de Educación Antonio Montero Alcaide nos lleva en este artículo a dicha reflexión.
DESCARGA: 96. Currículo de la felicidad (Magisterio 17.10.2018 – pag. 10)