En 1968 la maestra de primaria Jane Elliot decidió llevar a cabo un ejercicio pedagógico con sus alumnas y  alumnos a raíz de la muerte de Martin Luther King. Se trataba de un experimento basado en la categorización social y su objetivo era concienciar al alumnado de los efectos de la discriminación, tanto en quien la ejerce como en quien la padece.

Consistió en dividir el aula en dos grupos en función del color de los ojos. De esta manera, a los niños y niñas que tuvieran los ojos azules la profesora les diría que son superiores y más inteligentes que los de los ojos marrones y por eso tenían derecho a ir al recreo o podían repetir la comida. Mientras, a los niños de ojos marrones les diría que son más lentos, menos inteligentes y más torpes, por lo que no podrían disfrutar de los privilegios de los primeros.

Además, a cada niña y niño de la clase con ojos marrones se les hizo ponerse un pañuelo en el cuello que servía para identificarles rápidamente como el grupo discriminado. Esta separación en el aula rápidamente obtuvo consecuencias y empezaron las peleas entre ambos grupos y las discusiones en clase. Amigos de toda la vida se veían ahora enfrentados simplemente por el hecho de que les habían dicho que eran diferentes.

Al día siguiente, la profesora invirtió los papeles y los niños de ojos marrones pasaron a ser los superiores. Lo curioso es que en ese momento este grupo realizó las tareas y los ejercicios de clase bastante más rápido que lo habían hecho el día anterior y mucho más rápido que el grupo de ojos azules. Cada grupo había adoptado perfectamente el rol de dominantes y subordinados con los correspondientes estados de ánimo de alegría y tristeza en cada uno de ellos. Al finalizar este ejercicio, la profesora les explicó que se trataba de un ejercicio para que se dieran cuenta de cómo actúan los racistas en su país y que si no les parecía justo sentirse discriminados por el color de sus ojos, tampoco es justo perpetuar los prejuicios sociales basados en categorías como el color de la piel.

Si quieres saber más:

http://isdfundacion.org/2012/09/09/experimentos-psicosociales-n%C2%BA3-una-clase-dividida-jane-elliot-1968/

Guía INTER

por jmgarran

2 comentario en “El racismo destruido en 1 minuto”
    1. Muchas gracias Isabel!!!
      Seguimos colaborando en la formación del profesorado.
      El experimento es increíble. Te pone los bellos de punta el poder que puede tener la educación.

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